Las Canciones
Textos de algunas canciones de Carlos de Avila
Una canción de amor contra la guerra
Una canción de amor contra la guerra
es el sueño común en cualquier senda,
no hay absurdo mayor en nuestra tierra
y habrá que defender la vida entera.
Una canción de amor como bandera
en medio del combate una escalera,
para escapar del mal que nos rodea
para intentar crecer de otra manera.
Si nos arrastran fuerzas casi en juego
y somos marionetas junto al fuego,
si se nos va la vida en tanto duelo
solo cabe en razón un canto nuevo.
Una canción de amor, sembrando una armonía
el ritmo de la vida, su fe cual melodía,
la voz que en horizonte despierta un nuevo día
la fuerza en la palabra, la flor de la poesía.
La mutua destrucción es la impotencia
de los hombres que niegan su conciencia,
que juegan al poder con la violencia
y destruyen al planeta con su ciencia.
Una canción de amor cual rebeldía
contra el dolor, la muerte, la mentira,
quien siembra una canción cosecha un día
la paz del corazón y la alegría.
Si nos arrastran fuerzas casi en juego
y somos marionetas junto al fuego,
si se nos va la vida en tanto duelo
solo cabe en razón un canto nuevo.
Una canción de amor, sembrando una armonía
el ritmo de la vida, su fe cual melodía,
la voz que en horizonte despierta un nuevo día
la fuerza en la palabra, la flor de la poesía.
Vidas
Hay tantas formas de la vida en el camino
como la vida de cada uno sin igual,
más hay tanta diferencia en lo vivido
en cuanto hace a aprendizaje y calidad.
Entre las causas, los azares y el destino
transcurre la vida entera en su vagar.
Bajo el orden hoy vigente no hay esmero
pues casi nadie encuentra su lugar,
ya que el peso del entorno es un velo
para que aflore el talento singular.
Solo algunos favorecidos en su vuelo
cumplen la condición para triunfar.
En un mundo de competencia y egoísmo
se imponen los modelos del ganar,
y las marionetas al son del hedonismo
siempre apuestan su valor e integridad.
Los que nacen en las orillas de la vida
nunca reciben siquiera lo esencial,
y crecen bajo el temor y la rencilla
en su lucha cotidiana por perdurar.
Sin oportunidades nuevas ni salidas
son carne de cañón de lo ilegal.
Y quienes languidecen en las calles
abandonados a su suerte y su dolor,
los mendigos que deambulan con sus males
las mujeres que se ofrecen a un postor.
Los niños vagabundos sin la llave
de una vida que madura muy precoz.
Más cada ser humano es fideicomiso
del que el mundo es responsable en su favor,
pues en cada vida hay misión y hay un destino
por descubrir y desplegarse en su esplendor.
Y hay muchos que navegan espejismos
persiguiendo la recompensa en sociedad,
los que adoptan los valores del abismo
con el lustre de su ego y vanidad.
Solo viven lo mediocre en su camino
al servicio del poder y lo banal.
Y hay otros soñadores sin un puerto
que siempre levan sus anclas en la mar,
algunos que naufragan en su sueño
y otros que lo intentan sin cesar.
Su servicio y sacrificio es el ejemplo
que inspira el bien de la humanidad.
En un mundo de competencia y egoísmo
se imponen los modelos del ganar,
y las marionetas al son del hedonismo
siempre apuestan su valor e integridad.
Más cada ser humano es fideicomiso
del que el mundo es responsable en su favor,
pues en cada vida hay misión y hay un destino
por descubrir y desplegarse en su esplendor,
por descubrir y desplegarse en su esplendor.
Una nueva humanidad
Si es tan sencillo soñarla y no cuesta nada pensarla
por qué entonces no buscamos que se haga realidad.
Si ya contamos con el alma, con las luces y las alas
que permiten la emergencia
de una nueva humanidad.
Solo hace falta que el mundo
haga una pausa en su empeño
y cierre la puerta al temor, para que copen las ansias,
los horizontes, los sueños las auroras del amor.
Es muy fácil comprobar
que somos una humanidad
con piel y rasgos diferentes y en el ser pluralidad,
las raíces de la tierra, las costumbres de un lugar
los talentos y los dones, el aporte singular,
el aliento que construye con ingenio y sin cesar
y que siembra cada día unidad en la diversidad.
Y es muy fácil comprender
que no existe sino un Dios
que nos cumple Su promesa
de dar guía a la creación,
pues nos entrega Su Palabra
mediante la Revelación
a través de los Profetas,
los Mensajeros de Su amor,
quienes con vida y sacrificio
desarrollan Su misión
y renuevan enseñanzas
para el mundo en su clamor.
Si es tan sencillo soñarla y no cuesta nada pensarla…
Y es posible un mundo nuevo
sobre el miedo y el dolor
pues no existen las fronteras
que aprisionen al amor,
mujeres y hombres mano a mano,
armonía en ciencia y religión,
vida digna para todos sin privilegios ni exclusión,
y los medios en consulta para hallar la solución
sin intereses que se impongan
en cada nueva decisión.
Así que vamos sin temores, con las razones y la fe
en equilibrio con la vida que late en cada florecer,
al crear un mundo nuevo de justicia para el bien
afinamos nuestro rumbo y sembramos renacer,
y así cambiamos para siempre
el equilibrio del poder
pues la unidad es la conquista
de este nuevo amanecer.
Si es tan sencillo soñarla y no cuesta nada pensarla
por qué entonces no buscamos que se haga realidad.
Si ya contamos con el alma, con las luces y las alas
que permiten la emergencia
de una nueva humanidad,
una nueva humanidad, una nueva humanidad.
Espejismo
Crecimos construyendo una mentira
y un día soñamos con el cielo en nuestras manos,
nos sentimos dueños y señores de la vida
y hoy nada somos más que un sueño encadenado.
Creímos que las leyes de la selva
eran la lucha y el derecho del más fuerte,
sin comprender que la naturaleza era la prueba
del equilibrio y un designio inteligente.
Pensamos que los dones de la tierra
eran cantera inagotable sin un precio,
ignorando que su fuente de riqueza
es la medida entre la siembra y el provecho.
Nuestra razón asiste inerme al desconcierto
de haber andado en el camino equivocado,
de perseguir el espejismo de un progreso
que nos conduce hacia un futuro desolado.
Más hoy que conocemos los errores
nos cuesta mucho enderezar nuestro camino,
pues no aprendemos de natura las lecciones
de la armonía y la unidad como destino.
En la crisis la única salida
está en vivir bajo la ley del universo,
en construir un nuevo orden de la vida
que sea el reflejo de unidad en lo diverso.
Más hoy que conocemos los errores
nos cuesta mucho enderezar nuestro camino,
pues no aprendemos de natura las lecciones
de la armonía y la unidad como destino.
En la crisis la única salida
está en vivir bajo la ley del universo,
en construir un nuevo orden de la vida
que sea el reflejo de unidad en lo diverso.
en construir un nuevo orden de la vida
que sea el reflejo de unidad en lo diverso.
En el mismo tren
El mundo se hizo más pequeño
no sólo por el jet y la Internet,
sino que los que ejercen como dueños
desolaron el futuro por doquier,
y hoy ya son pocos los países
que consumen los frutos del confort
y que les tiran la puerta en las narices
a nuestros emigrantes del dolor.
No valen ni sirven las fronteras
cuando la vida se juega en cada espera.
No hay que ser sabio competente
ni diestro obrero o sembrador,
para un trabajo digno y permanente
que permita una vida con honor;
se necesita contar con la fortuna
de nacer en algún país boreal,
o pertenecer a la escogida cuna
de influyente élite local.
Circulan capitales, mercancías
mientras ponen talanqueras a la vida.
Y es que este mundo está al revés,
pues el progreso es un flagelo,
que arrasa la cultura y el saber
y arroja al ambiente su veneno,
concentra la riqueza y el poder
y extiende la pobreza sin remedio,
la pobreza sin remedio.
El mercado establece la balanza
de todo lo que tiene algún valor,
le pone precio a la esperanza
y paga al mil por ciento la ambición.
Valen más las armas de la guerra
los juegos de la muerte y el azar,
que los recursos vivos de la tierra
o el trabajo de servicio o del hogar.
Las leyes del mercado son el juego
de ruletas trastocadas con dinero.
Y es que este mundo está al revés…
Los desheredados del planeta
no viajan en vagones de otro tren,
ni son los polizontes de la fiesta
de los sueños y promesas de oropel,
su suerte está atada a nuestra suerte,
a nuestro vacío y nuestro horror,
eslabones de la vida y de la muerte
en la cadena de ventura y de dolor.
No sirven limosna o maquillaje
sino el pleno florecer de su bagaje.
Y es que el remedio es de raíz
para el mal que aflige a las naciones:
la división ha crecido hasta el confín
en doctrinas, partidos, religiones,
ningún otro problema tendrá fin
sin la unidad de lo diverso entre los hombres
sin la unidad entre los hombres.(Bis)…
Buscando la salida
El mundo está buscando la salida
en un laberinto de credos y doctrinas,
de mitos y teorías de lo incierto
que siembran diferencias, temor y desconcierto,
son nubes que ocultan a los hombres
el sol de la unidad que hoy brilla en horizonte.
Con libro en la mano, los grupos e Iglesias
adaptan profecías, mandatos y promesas,
trabajan sin dar tregua por ganar sus seguidores
ofreciéndoles la llave del cielo y sus favores.
¡Caravana eterna de versiones contrapuestas
que en común no ofrecen al mundo una respuesta!
Y en muchos lugares se estudian los secretos
de algún saber oculto con ritos y misterios,
caminos de iniciados, gurúes o videntes
de fuerzas interiores y poderes de la mente.
¡Y otros anunciando que en naves espaciales
seres de otros mundos preparan ya el rescate!
El mundo está buscando la salida
en un laberinto de credos y doctrinas,
de mitos y teorías de lo incierto
que siembran diferencias, temor y desconcierto,
son nubes que ocultan a los hombres
el sol de la unidad que hoy brilla en horizonte.
Líderes del mundo, expertos y analistas
cultores de las artes, las ciencias, las noticias,
defienden y pregonan ideas y quimeras
en medio de un desorden de valores y contiendas,
¡buscando entre la niebla recetas, sortilegios
de espaldas a un mundo que es hoy un solo cuerpo!
Más también y sin demora, muchos hombres y mujeres
con espíritu de entrega, sin pensar en los laureles,
construyen sin descanso en todos los lugares
los principios de unidad y de amor universales.
¡De obra y de palabra hoy riegan la simiente
de un orden de justicia y de paz para la gente!
Y el mundo también busca la salida
con la nueva fe que siembra nueva vida,
con frutos de un camino inevitable
visión del futuro del mundo irrevocable.
Por ello tras las nubes que lo esconden
el sol de la unidad hoy brilla en horizonte.
(Bis)
Te he buscado
Te he buscado en la entraña
de mi sueño perdido en su loca alegría,
y te he hallado en la savia
en el vientre, en el trigo,
que hoy pueblas de vida.
Te he buscado en las horas
que entretejen su manto cual un sino escondido,
y te he hallado en la aurora
en el polen del canto, en el pan del camino.
Te he buscado en el norte
de una estrella sin tiempo,
y te he hallado en las voces
de la tierra, del viento, del fuego y del mar;
te busqué en horizontes
y te encuentro en las alas de la libertad.
Te he buscado en las sombras
en la sed de la noche, en el polvo del mundo,
y te he hallado en las cosas
que llevan tu nombre, como un eco profundo.
Te he buscado en la puerta
que a solas he abierto en mi fiel laberinto,
y te he hallado en la huella
que ha dejado en mi cuerpo, tu piel y tu abrigo.
Te he buscado en el norte
de una estrella sin tiempo,
y te he hallado en las voces
de la tierra, del viento, del fuego y del mar;
te busqué en horizontes
y te encuentro en las alas de la libertad.
Te busqué en horizontes
y te encuentro en las alas de la libertad.
Dime
Dime,
como puedo evitar el recordarte,
y no pensar en ti cuando te marches
si tú presencia no muere con la tarde.
Dime,
que conjuro puedo hallar contra tu alma
para desanudar en mi cada palabra
y cada guiño que nace en tu mirada.
Dime,
si puedo alimentar hoy este sueño
de ser espejo y puente de tu anhelo
la nueva dimensión de tu universo.
Dime,
si allí en tu corazón hay la semilla
que pueda germinar en nueva vida
con la llama de mi amor siempre encendida.
Dime,
como comprendo la razón de mi desvelo
el misterio qué avivó mi ser entero
un sentimiento que ha crecido como el fuego.
Dime,
como puedo conocer hoy la respuesta
sin que fuerce algo en ti, alguna puerta
sin que dejes de sentir mi mano abierta.
Dime,
si puedo alimentar hoy este sueño
de ser espejo y puente de tu anhelo
la nueva dimensión de tu universo.
Dime,
si allí en tu corazón hay la semilla
que pueda germinar en nueva vida
con la llama de mi amor siempre encendida.
Nuestra historia
Cuando naciste a este mundo ya te estaba esperando
andando mil caminos, creciendo en mi buscar,
entre causas y azares en el lustre y en el fango
habitando nubes y destierros en mi rumbo y mi vagar.
Tú, en tu tiempo creciste con una rosa y una espina
entre las piedras del mundo, sin tu sueño y tu lugar,
solitaria y altiva, serena, incomprendida
siempre huyendo de las sombras y su estela de dolor.
Tú y yo cuestionamos las creencias
tradiciones sin vigencia y sin valor,
y enfrentamos también las emergencias
de conflictos, traiciones y ambición.
Más la nueva fe que guiaba nuestra esencia
nos preparaba para el encuentro del amor.
Nuestra historia de amor es la historia de la vida
que sin tiempo ni medida alcanza su misión,
nuestra historia es una fuerza sanando toda herida
es la huella y es la llama que enciende el corazón.
Nuestra historia es la conquista, la sal de cada día
nuestra historia de vida es la historia del amor.
Nuestro encuentro fue un acto que salió de la galera
fuera del curso cotidiano del orden natural,
tu presencia que rompía el equilibrio de la escena
mi llegada, una aventura en un ambiente no habitual.
Poco a poco se acercaron y juntaron nuestras vidas
en el juego de un cortejo profundo y sin afán,
encontramos el camino para hallar la cercanía
entre las dudas de un romance o de tan solo una amistad.
Más descubrimos que era luz la compañía
y que la diferencia en vivencias y en edad,
eran contraste, certeza y armonía
que brindaban al amor su realidad.
Hoy nuestra unión es ternura y alegría
es confianza, es entrega y es verdad.
Nuestra historia de amor es la historia de la vida…
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